Queremos descubrir a nuestros lectores los secretos necesarios para que vuestra tripulación triunfe en el mundo de las regatas.

Guerrillasailing, en su afán por fomentar la navegación y hacerla accesible a todo el mundo, os va a desvelar todos los trucos que las tripulaciones más laureadas del mundo se empeñan en ocultar.

A través de estos cuadernos, que periódicamente iremos publicando, aprenderéis a ejecutar las maniobras, afinar el trimaje, definir la táctica, analizar las estrategias, etc, para terminar convirtiéndoos en una tripulación imbatible.

La primera entrega está dedicada a explicar la ejecución de la virada por avante. Esperamos que la disfrutéis:

1.- MANIOBRAS

1.1.- La Virada por Avante

La virada por avante es una de las maniobras más importantes y probablemente la que en más ocasiones se realiza a lo largo de una regata. Su aparente facilidad puede hacer que nos confiemos y que no le prestemos toda la atención que requiere.

Muchas regatas se deciden en el juego de viradas y aquel que no conozca los detalles y la técnica para su correcta ejecución, puede acabar pagándolo caro en la clasificación final.

A lo largo de estas líneas os vamos a explicar los pasos a seguir y los trucos para conseguir que las viradas os salgan como una auténtica tripulación profesional:

· Paso 1: Voz de Aviso (primer intento)

El patrón (el que lleva el timón en ese momento), avisa a la tripulación: “Me parece que deberíamos virar”.

En ese momento se produce un suceso que nos retrotrae a la cuna misma de nuestra civilización, la antigua Grecia. Los griegos nos dejaron dos importantes legados: La pericia de navegar por todo el Mediterráneo fundando colonias y la democracia.

Como buenos herederos de esta cultura, toda tripulación que se precie debe funcionar como una democracia, así que el patrón no ordena, el patrón sugiere, deja caer, comenta… y a partir de ahí se forma el debate previo a la aprobación por mayoría.

· Paso 2: El debate

El debate transcurrirá de la siguiente forma:

-Tripulante 1: Bueno mientras os decidís voy encendiéndome un cigarrito.

-Tripulante 2: A mi no me miréis, yo, lo que diga el patrón.

-Táctico: Me pare una buena idea.

Nota: La función principal del Táctico es la de transmitir confianza al Patrón. No es necesario tener ningún conocimiento especial ni llevar ningún control del desarrollo de la regata, ni nada de eso. Un buen Táctico siempre responderá (haya entendido o no la pregunta del Patrón) con un “Qué gran idea”, “Me parece perfecto”, “Es justo lo que estaba pensando”. La rapidez y contundencia de su respuesta será clave para hacer creer al Patrón que ha tomado la decisión correcta.

· Paso 3: Voz de Aviso (segundo intento)

Con la confirmación, por parte del Táctico, de lo acertado de la maniobra, el Patrón hace un segundo intento.

-Patrón: Bueno pues viramos, ¿preparados para virar?

· Paso 4: Preparación

La tripulación se coloca cada uno en su puesto que, según la “Teoría del Caos de las Tripulaciones”*, es el que más cerca le pilla a uno en ese momento. Cuando todo parece listo, se oye una voz.

-Tripulante 1: Todavía no. Espera que me acabe el cigarro.

· Paso 5: La Espera

…

-Tripulante 3: ¡Venga Coño!

· Paso 6: Voz de Aviso (tercer intento, este es el bueno)

-Patrón: ¿YA O QUÉ?

-Tripulante 1 (con voz débil): Sí, ya.

-Patrón: OK ¿Listos?

-Tripulación al unísono: ¡Sí!

-Patrón: VIRAMOS

Y mete timón para virar.

· Paso 7: La Virada

{El barco pasa su proa por delante del viento. La vela mayor cambia de banda y el génova se suelta de la banda donde estaba cazado y al intentar cazarlo por la banda contraria se engancha en los obenques (esto, no se por qué, pero siempre pasa). Con un hábil tirón se libera y se tensa a mano en el winche. Cuando ya no se puede tensar más con la mano se pasa a la etapa final.

· Paso 8 (y último): La Puta Manivela

Cuando el tripulante encargado de tensar el génova ha llegado al límite de sus fuerzas, se pone rojo mientras mantiene estirada la escota del génova y con voz temblorosa dice:

-Tripulante 2: ¿Dónde está la puta manivela?

-Tripulante 3: Debajo de tu culo.

El Tripulante 3 la saca la manivela cuidadosamente de su lugar de estiba (ya hemos dicho cual es) y colocándola en el winche le da las últimas vueltas con las que fijamos y tensamos el génova.

NOTA: Como os habréis dado cuenta, depende de la maestría del patrón calcular el momento adecuado para iniciar la maniobra (paso 1) para que, una vez trascurridos los 8 pasos anteriormente descritos, el barco se encuentre exactamente donde esperaba.

En caso de precipitarse/demorarse demasiado sucede que el barco, en su nuevo rumbo, se encuentre por debajo (se queda corto) o por encima (se ha pasado) del layline (rumbo directo a nuestro destino), si es así ya se encargará de recordárselo el Tripulante 2 con un “Ya lo decía yo”.

 

*Teoría del Caos de las Tripulaciones

Esta teoría la entenderá fácilmente el lector con un sencillo ejemplo:

Supongamos el instante t1=0 (situación inicial en el momento de salida de la regata) en que la tripulación está cada uno en su posición. Las tareas están perfectamente distribuidas y la tripulación tiene claro qué debe hacer en cada instante.

En t2=t1 + δ (siendo δ unos 15 minutos) Se produce una perturbación. Por ejemplo quien está en la proa decide ir a hacer sus necesidades por la popa, presuntamente (recordemos que esto está prohibido y que no conocemos a nadie que lo haga).

A partir de aquí empieza la reacción en cadena:

-El proa dirigiéndose al (por ejemplo) encargado del piano: “Oye vete a la proa a sustituirme mientras, presuntamente, meo”.

Al terminar presuntamente de mear y volver hacia su posición, el trimer de mayor le pregunta al proa:

-“¿Te importaría sujetar la mayor un segundo?, es que voy a por una cerveza”.

El Trimer de génova al oír esto exclama: “Tráeme otra a mi, por favor”.

Al subir el trimer de mayor con las cervezas, el trimer del génova le pide al Táctico: “Toma el génova un momento mientras me tomo la birra”.

Bueno pues esto sigue así y cuando t=n, con n tendiendo a infinito, el barco es un puto caos donde el timonel podría encontrarse subido al palo si saber cómo narices ha llegado hasta allí.