3ª Parte: “ESTO ESTA MAL, AQUI SE HAN EQUIVOCADO”
El arroz estaba cojonudo, dejamos la paella como un espejo. Bueno el arroz y el hígado con ajo, y la morcilla, y la longaniza, y la ensalada, y la crema catalana… Y así bien hinchados de orgullo nos presentamos en el club para consultar la clasificación provisional. Por cierto, que a estas alturas ya sólo quedábamos el trío calavera (Mortimer, Sindimer y el que narra).
Al llegar al tablón, revisamos la lista desde el primero hacia abajo,…más abajo… y más. En definitiva, no éramos los últimos (ni los penúltimos, no seáis malpensados), pero lo cierto es que nos sentó como un jarro de agua fría vernos tan hundidos en la clasificación. Nuestra heroica remontada, adelantado a multitud de barcos, se había diluido por efecto del maldito rating. Mortimer estalló en furia: “¡Esto está mal! ¡Aquí se han equivocado!”, pero no, allí no había ningún error.
Con el orgullo herido, cabizbajos y evitando mirar a la cara al marinero de la entrada (aunque notando en la nuca su puñetera sonrisa) volvimos al barco a terminar de recoger y plegar las velas.
Al entrar, Mortimer se adelantó (casi nos pasa por encima), se acercó al mostrador de recepción y en un tono de suficiencia, casi de sobrao, dijo “Venimos a ver el TOA (Tablón Oficial de Anuncios)”. El marinero de la recepción nos miró de pies a cabeza y empezó a esbozar una sonrisa, pero su rostro se paró a medio gesto, justo a medio camino entre lo cordial y lo sarcástico y respondió “Por supuesto, acaban de colgar la lista. Adelante”. Esto ya nos mosqueó un poco a Sindimer y a mí, no así a Mortimer que entró con gran ímpetu.
¿Tan malos somos? ¿Acaso tenemos menos futuro que el endocrino de Falete? ¿Y si nos dedicamos a otra cosa? Todas estas preguntas nos las hicimos ya en el barco, olvidando la regla número 1:
– Que le den por culo a la clasificación.
Habíamos violado esta regla y el Karma, que no perdona, nos castigó sin piedad. ¡Que gran lección!
(continuará…)